LA CRISIS DEL EURO

La crisis del euro es principalmente consecuencia de la crisis financiera internacional de 2008. El término “crisis del euro” es engañoso, puesto que que no es una crisis de moneda sino una combinación de varias crisis macroeconómicas que incluyen una crisis de crecimiento, una crisis del mercado de trabajo, una crisis de la deuda pública, así como una crisis de la balanza de pagos.

Para conocer el origen de la crisis del euro, nos remontamos al año 2007, donde nació el miedo a una crisis de la deuda por parte de los inversores.

Ya en el año 2010, se empieza a apreciar la existencia de una crisis real con la caída de la economía griega.

Para responder a los problemas ocasionados sobre los desequilibrios económicos, se adopta la creación del Pacto del Euro mediante los países de la UE, siendo una de sus reglas, que los Estados tengan que estar cada año en equilibrio o superávit.

Los países que han sufrido mayores problemas económicos son Grecia, España, Irlanda, Portugal y Chipre, como consecuencia de los grandes desequilibrios en los Estados pertenecientes a la zona Euro, debido a sus economías frágiles.

Esta crisis tuvo un gran impacto político, creando economías más restrictivas, así como impactos sociales, aumentando así la pobreza, o desigualdades económicas, y también en los entornos de educación o de salud. En consecuencia, se originó una desconfianza en los gobiernos y en la clase política.